24.6.10

Fui un privilegiado: José Luis Muñoz

Fui un privilegiado, sin saberlo. Estuve en la primera Semana Negra sin tener idea de la importancia que tendría el evento, lo que duraría. Aterricé en el primer tren negro en Gijón, hará más de veinte años. Lo hice de la mano de Paco Ignacio Taibo II y Silverio Cañada, con dos novelas publicadas en la editorial Júcar y la colección Etiqueta Negra, aquella que inundó las librerías de toda España de libros negro policiales con preciosas tapas satinadas. Había escritores norteamericanos, rusos, los franceses del polar... un sueño al que podía acceder yo, un joven escritor con 33 años. Pasaron muchos años. Y volví a la Semana. Atrás quedaron mis 33 años. Ya no estaba Silverio Cañada, pero sí su premio para homenajearle. Y un incombustible Paco Ignacio Taibo II, dopado con colas y cigarrillos, para el que no pasaban los años, que te recibe siempre con un abrazo de oso mientras te dice: ¿Qué tal, compadre?.

Decidi que escribiría para estar en la Semana Negra. Y por esa razón escribo tanto, y publico, para estar con colegas que son amigos, compartir las tertulias nocturnas, seguir arreglando el mundo, aunque sea sólo en la ficción.

Se perdieron por el camino algunos amigos. Se fue Manolo Vázquez Montalbán, y Justo Vasco. Este año hay otro ausente entrañable. Julián, el diligente y amable conductor que nos venía a buscar al aeropuerto. Brindaremos por él en las tertulias de la terraza del Don Manuel.